Por: Gilberto Guzmán

El exhorto aprobado este miércoles por el Congreso del Estado de Guerrero para que la Secretaría de Salud Guerrero (SSG) declare una emergencia sanitaria en Acapulco por la acumulación de toneladas de basura como consecuencia del huracán “Otis” llega apenas en un momento oportuno, después de que el gobierno federal determinó concluir la declaratoria de emergencia emitida para este municipio y para Coyuca de Benítez, los más afectados por las fuertes lluvias y vientos.

El exhorto presentado por la diputada Alicia Zamora y aprobado por unanimidad de los 27 legisladores asistentes a la sesión, es para que Salud estatal, a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero (COPRISEG), emita la Declaratoria de Emergencia Sanitaria en Acapulco, por el riesgo de incremento de dengue, zika y chikungunya, enfermedades gastrointestinales, respiratorias y de la piel, así como efectos en la salud mental de la población.

Las fuertes lluvias y vientos que azotaron a la zona costera de Guerrero la noche del 24 y la madrugada del 25 de octubre han provocado destrozos en la infraestructura urbana, en servicios públicos, hoteles, comercios, viviendas y flora, dejaron a familias sin cobijo ni patrimonio, hay quienes no han recuperado la tranquilidad de dormir bajo un techo. Pero lo peor son las lamentables pérdidas y desapariciones humanas.

A tres semanas del impacto del meteoro, en las calles de Acapulco permanecen toneladas de basura, las brigadas destinadas por los tres niveles de gobierno para limpiar no se dan abasto y el puerto ha entrado a una crisis de salud pública.

La gente de Acapulco se ahoga entre cerros de basura y olores nauseabundos. Consecuencia del huracán “Otis” se recogen entre 250 y 300 toneladas de desechos por día, solamente en la zona de playas, y el acumulado desde el 25 de octubre supera las 2,460 toneladas, incluidos vehículos y bloques de concreto arrastrados por las corrientes de agua, ha informado Alfredo Lacunza, titular de la Promotora Turística (Protur).

La emisión de la declaratoria de emergencia sanitaria permitirá activar medidas de protección contra vectores -moscos transmisores de enfermedades- y roedores, además de promover la vacunación contra tétanos.

Durante los primeros días posteriores al huracán, de los pacientes atendidos el 25% presentó infección aguda respiratoria, 20% hipertensión arterial, 8% enfermedad diarreica aguda y 4% traumatismos, datos citados en el exhorto en mención.

Además, se registraron brotes de enfermedades infectocontagiosas (dengue, hepatitis, tifoidea, salmonela e incluso cólera), situación que se puede complicar ante las malas condiciones de higiene para la elaboración de alimentos, siempre consecuencia de la acumulación de basura.

Declarar la emergencia sanitaria también permitirá atender los problemas de salud mental en las personas afectadas por “Otis”; no puede pasar desapercibido que ante las pérdidas materiales y humanas hay estrés postraumático, ansiedad y depresión, y es necesario que psicólogos y psiquiatras apoyen a la población afectada y a quienes, previo al huracán, ya recibían tratamiento por alguna enfermedad mental.

Por estas razones no se puede obviar la importancia del exhorto que, sorprendentemente, consiguió la votación unánime pese a ser presentado por una diputada del PRI, y solo queda esperar que la autoridad de Salud dé cumplimiento para que se activen las medidas de protección a la salud de la población damnificada.

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