Por Gilberto Guzmán/ Pese a los intentos que de última hora arreció con la intención de buscar la candidatura que le permitiera contender por la reelección en Acapulco, todo indica que la alcaldesa Abelina López Rodríguez no ha recibido más que un portazo de parte del Partido Morena.

Se conoce que el 70 por ciento de la población encuestada en Acapulco se pronunció en contra de la reelección de López Rodríguez, aun cuando presumía de contar con el respaldo de una amplia base social.

El ejercicio del poder desgasta, es una verdad irrefutable. Pero también es una realidad que los gobiernos que trabajan poniendo el bienestar colectivo por encima de los intereses del grupo gobernante, construyen un respaldo popular que permite mantenerse en el ánimo de la gente. Abelina López no supo qué hacer con el respaldo social que le ayudó a ganar las elecciones del 2021.

Para empezar, delegó gran parte de su responsabilidad en manos que nada tenían que controlar el aparato de gobierno, pero que se sirvieron con la cuchara grande en la repartición de cargos y el ejercicio del presupuesto.

A la alcaldesa morenista y a quienes promueven la prolongación de su mandato también se les olvida que en la Fiscalía General de la República (FGR) sigue abierta la indagatoria por la desaparición de dos marinos adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública, a principios de 2022.

Los marinos Óscar Manuel González Andrade y Victoriano Rodríguez Zurita fueron asignados por órdenes de Abelina como escoltas del senador José Narro Céspedes -quien aceptó que sí le solicitó apoyo a la alcaldesa, pero ha negado que los marinos le hayan asistido como escoltas-, y aunque fue detenido el jefe policíaco, el caso tendrá todavía implicaciones políticas, porque involucra a más personas y porque el asunto tendría que ver con el financiamiento del narcotráfico a candidatos de Morena.

La alcaldesa también evidenció la inoperancia de su administración para dar respuesta ágil, en lo que correspondía al Ayuntamiento de Acapulco, a los damnificados por el huracán Otis, en octubre pasado. Sus propios funcionarios, incluidos elementos de la Policía Municipal, participaron en los actos de rapiña que saquearon los diferentes comercios, y que lejos de fijar postura como autoridad, justificó diciendo que no eran robos, sino “actos de cohesión social”.

Aunque no se podía esperar algo diferente de quien, en octubre de 2020 como legisladora, aceptó en la tribuna de la Cámara de Diputados haber sobornado a un juez con 20 mil pesos para solicitarle un juicio abreviado: “corrupta”, le gritaron de manera reiterada sus compañeros de la 64 Legislatura.

Y se podrían enumerar muchos más desaciertos, como el aumento de la violencia en Acapulco, por la falta de coordinación con los gobiernos federal y estatal; la crisis por la ineficiente recolección de basura, que incluye la adquisición de camiones recolectores en un procedimiento que genera dudas sobre el ejercicio transparente de recursos, lo mismo que en la renta de patrullas para seguridad pública.

Por si fuera poco, López Rodríguez se atrevió a desafiar el poder político de los Salgado, primero operando para el proyecto del excanciller Marcelo Ebrard Casaubón en sus aspiraciones presidenciales, contrario a la línea del senador Félix Salgado Macedonio y de la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, de apoyar a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien hoy es candidata a la presidencia, mientras Ebrard y su grupo político no han logrado el reacomodo en candidaturas.

Así, Abelina se convirtió en una alcaldesa incómoda para el grupo en el poder, lo cual se evidenció en la realización de eventos por separado entre el Ayuntamiento y el Gobierno estatal durante algunos meses, y aunque recientemente ya se han empatado algunas agendas, la realidad es que la alcaldesa navega a la deriva.

No se le puede regatear que ha construido una base social que le ha respaldado en sus proyectos políticos, primero en el PRD y después en Morena, pero lo cuestionable es que la construyó promoviendo la invasión de predios, con el argumento de la necesidad de vivienda en Acapulco. Se sabe que Abelina López tiene denuncias por los delitos de invasión y despojo ante la Fiscalía General del Estado, que por órdenes de exgobernadores permanecen archivadas, y otras más desaparecieron.

Es por ello que en Morena evalúan que si el 70 por ciento de los acapulqueños rechazan la reelección de López Rodríguez, llevarla nuevamente de candidata representaría votos en contra para el morenismo y para el proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum, de ahí que estén operando para darle una buena salida a la política del chantaje y causar el menor daño posible al proyecto de la 4T.

Si Abelina López pensaba que había allanado su camino rumbo a la elección para el periodo 2024-2027 y con la fuerza política y económica del gobierno municipal disputarle el gobierno estatal a los Salgado en la próxima elección de gubernatura, se equivocó, y es cuestión de días para que la cúpula morenista le haga ver su realidad.

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