*El anuncio del aspirante a senador por el PRI solo quedó en redes sociales

Gilberto Guzmán

El excandidato a gobernador de Guerrero por el PRI, Mario Moreno Arcos, desapareció ante la devastación que originó el huracán Otis, y no se le ha visto ni hay constancia de que participe en alguna acción para ayudar a la población damnificada de Acapulco, donde la lluvia y el viento golpearon con más fuerza, o en otros municipios, como Coyuca de Benítez, que también sufrió severas afectaciones.

Las últimas publicaciones en la red social Facebook son del martes 24 de octubre a las 7:15 de la tarde, cuando las lluvias se intensificaron, y publicó una recomendación a sus seguidores a tomar “todas las precauciones posibles y no se confíen, el huracán “Otis” llega con fuerza a Guerrero”. En la misma publicación dijo: “estaré atento a su desarrollo y hagan todos lo mismo en la medida de lo posible”.

Publicó otro mensaje a las 3:28 de la tarde del miércoles 25 –unas 20 horas después del primero–, cuando la destrucción por el huracán ya era nota mundial, para anunciar: “… Estamos organizándonos para sumarnos activamente a la ayuda que se necesita en éstos momentos donde haya que hacerlo. ¡Estamos con ustedes!”.

Pero no se supo de alguna acción en particular del priista Mario Moreno, quien en las últimas semanas ha ocupado la agenda política en su disputa por la candidatura a senador por el Frente Amplio por México, la coalición electoral opositora que trabaja el PRI con el PRD y con el PAN. Ni una fotografía, menos algún video, suyo o de algún colaborador, donde se le vea en acción para ayudar a la población damnificada.

No se supo nada de quien, cuando quiere fijar postura de algún tema en particular, cuando quiere criticar al Gobierno de Guerrero, acostumbra a grabar videos desde su escritorio para hacer presencia en redes sociales. En Chilpancingo, a diferencia de Acapulco y otros municipios, la lluvia no suspendió las telecomunicaciones.

Dos días después, el viernes 27 de octubre a las 18:29 de la tarde, Mario Moreno publicó un mensaje más extenso, acompañado de una fotografía donde se observa la devastación que provocó el huracán en una zona de playa de Acapulco, anunciando otra vez que estaba organizando ayuda para los damnificados.

Después de apelar a la solidaridad de la gente de Chilpancingo para apoyar a los acapulqueños en desgracia, agregó: “quiero decirles que mi esposa Enei Bustamante ha estado organizando desde el primer momento Centros de Acopio en Chilpancingo a través de la Fundación que preside y ha logrado contactar a otras Fundaciones sin fines de lucro y destino social, que se están sumando a esta misión humanitaria para nuestros hermanos hoy en desgracia”.

Ni en las redes sociales de su esposa, Enei Bustamante, se publicó alguna fotografía relacionada con el acopio de víveres, con la elaboración de despensas, únicamente una convocatoria similar a la de Moreno Arcos, el 25 de octubre a las 4:13 de la tarde.

En la publicación del viernes, Mario Moreno también dijo que, por su parte, había logrado “establecer contacto con muchos amigos de Guerrero y otros estados, como Morelos, e incluso con empresarios norteamericanos, que quieren ayudar y están organizando brigadas de apoyo en Acapulco y otras regiones afectadas por el huracán”.

Subrayó que “la idea central ha sido y continuará siendo mientras sea necesario, lograr la mayor cantidad de apoyo y auxilio para los damnificados cuanto antes”.

Moreno Arcos explicó que estaba “tratando por todos los medios de establecer contacto con la gente de Acapulco para poder canalizar adecuadamente apoyo médico ya que estamos logrando una convocatoria amplia con nuestros amigos doctores para atender al mayor número de personas posible”.

Se dio espacio para acusar que “las autoridades de todos los niveles han sido absolutamente rebasadas y por el momento no hay seguridad ni orden para destinar estos apoyos donde más se necesitan sin arriesgar la seguridad de las brigadas humanitarias que están en la mejor disposición de salir hacia allá”.

Para el viernes, pese a las versiones de que estaban asaltando en la Autopista del Sol a quienes llevaban despensas a Acapulco, mucha gente se atrevió a llevar ayuda, a salir al puerto a buscar a sus familiares porque la comunicación telefónica permanecía suspendida, en una clara muestra de que la sociedad civil organizada muchas veces puede más que los gobiernos o las organizaciones políticas.

Sin embargo, a diferencia de otros personajes políticos que han acudido a Acapulco para apoyar a la población víctima del huracán, el aspirante a senador Mario Moreno seguía esperando “seguridad y orden” para destinar unos apoyos de los que, hasta las 6 de la tarde del domingo 29, no había evidencias de su existencia.

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