*81 de cada 100 jóvenes trabajaron de forma subordinada; el 7% no percibió ingresos, reporta el INEGI
*Solo 2% reportó contar con educación superior y la o el restante no tenía escolaridad.

Gilberto Guzmán

En el primer trimestre del 2024, en México 54 de cada 100 personas de entre 15 y 29 años que eran económicamente activas percibían un salario promedio de 33.8 pesos por hora trabajada, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi) en el marco del Día Internacional de la Juventud, que se conmemora cada 12 de agosto.

Con motivo de esta emblemática fecha, el inegi ofrece un panorama de las personas jóvenes, a partir de la información del primer trimestre de 2024 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (enoe).

Indica que en el periodo de enero a marzo de este año, en México había 31 millones de personas jóvenes, de 15 a 29 años, que representó 23.8% del total de la población (129.7 millones), y de las cuales 51.1% correspondió a mujeres y 48.9% a hombres.

Según rangos de edad, 35.8% tenía de 15 a 19 años; 33.9%, de 20 a 24 años; y 30.4%, de 25 a 29 años; en cuanto a escolaridad, 60 de cada 100 personas jóvenes contaban con educación media superior; 37 tenían educación básica; 2, educación superior y la o el restante carecía de escolaridad.

De las personas jóvenes, 72.9% reportó estar soltera o soltero; 16.9%, en unión libre; 8.3% dijo estar casada o casado; 1.6%, separada o separado; 0.2% ya se había divorciado y 0.1% era viuda o viudo. Según sexo, 79 de cada 100 hombres estaban solteros, 14 vivían en unión libre y 7 estaban casados. En el caso de las mujeres, el porcentaje fue de 68, 20 y 10, respectivamente.

54% de jóvenes, económicamente activos

De los 31 millones de personas jóvenes, 16.7 millones (54.1%) formaban parte de la población económicamente activa (pea) del país. De esta cantidad, 15.9 millones (95.2%) estaban ocupadas y 810 mil (4.8%), desocupadas.

La población no económicamente activa (pnea) se conformaba por 14.2 millones. De estos, 86.1% no estaba disponible para realizar una actividad económica. De cada 100 jóvenes con esta condición, 64 no trabajaba por estudiar (82.1% de hombres, 53.9% de mujeres) y 31, por realizar quehaceres domésticos (8.2% de hombres, 43.3% de mujeres), principalmente.

De los 15.9 millones de personas jóvenes ocupadas, 60.3% eran hombres y 39.7%, mujeres. Su edad promedio fue de 23.3 años. Con base en la edad, 19.5% tenía entre 15 y 19 años; 37.7%, entre 20 y 24 años y 42.8%, entre 25 y 29 años.

El promedio de escolaridad era de 11.6 años. Por nivel educativo, 62 de cada 100 personas jóvenes ocupadas contaban con educación media superior; 35, con educación básica; 2, con superior y la o el restante no tenía escolaridad.

Con respecto a las principales ocupaciones de las personas jóvenes, 25.3% realizó actividades elementales o de apoyo, 16.5% se ocupó en las profesionales o técnicas, 15.6% tenía una actividad de carácter comercial; 10.7%, de manejo de maquinaria, ensamblado o conducción de transporte y 10.5% prestó servicios personales o de vigilancia.

Por sector de actividad, 62.5% de las personas jóvenes ocupadas trabajaron en el sector terciario; 27%, en el secundario; 9.8%, en el primario y para 0.7% no se contó con información suficiente para reportar. En el sector terciario, 34.4% se desempeñó en actividades de comercio; 16.6%, en restaurantes y servicios de alojamiento y 15%, en servicios diversos. En el sector secundario, 69.9% laboró principalmente en la industria manufacturera y 28.5%, en la construcción.

De las y los jóvenes que trabajaron en el ámbito no agropecuario (13.3 millones), 47.3% lo hizo en micronegocios; 21.5%, en pequeños establecimientos; 12.9%, en grandes establecimientos; 11.7%, en medianos; 3.1%, en gobierno y 3.5%, en otro tamaño de establecimiento.

Las personas jóvenes ocupadas trabajaron principalmente en empresas y negocios (61.1%), en los hogares (30.5%), en instituciones (7.8%) y para 0.7% no se contó con información suficiente para reportar. En el caso de quienes trabajaron en los hogares, 85.7% lo hizo en el sector informal.

Con respecto a la posición en el trabajo, 81.3% trabajó de forma subordinada y asalariada, 10.3% lo hizo por su cuenta, 1.6% fue empleadora o empleador y 6.7% no percibió ingresos.

La jornada laboral promedio fue de 40.7 horas a la semana: 42.9 para los hombres y 37.4 para las mujeres. En el caso de las personas jóvenes subordinadas, 54.8% laboró de 35 a 48 horas; 24.5%, más de 48 horas; 14.1%, de 15 a 34 horas; 3.7%, menos de 15 horas; 1.9% correspondió a ausentes temporales con vínculo laboral y para 0.9% no se contó con información suficiente para reportar.

El ingreso promedio fue de 33.8 pesos por hora trabajada: 33.5 en el caso de los hombres y 34.2 en el de las mujeres. En cuanto a la remuneración mensual de las y los subordinados y remunerados, 46.8% recibió hasta un salario mínimo; 33.6%, más de uno y hasta dos; 7.2%, más de dos salarios mínimos y para 12.4% no hubo información suficiente.

En cuanto a prestaciones, 48.1% de las personas jóvenes que trabajaron de manera subordinada y remunerada tuvo acceso a servicios de salud, 59.3% contó con vacaciones y aguinaldo u otras prestaciones y 48.5% recibió un contrato por escrito.

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