Gilberto Guzmán
Trabajadores de las diferentes dependencias del Gobierno del Estado de Guerrero denunciaron que en medio de la crisis por la suspensión del servicio de transporte en Chilpancingo han quedado desamparados por sus dirigentes sindicales, la secretaria general del SUSPEG, Adela Hernández Angelito, y la secretaria de la Sección VII, Ana Jazmín Acosta, quienes no les dan ninguna garantía de que no les descontarán los días que no puedan ir a laborar, solamente por mensajes les dicen que no vayan quienes no tengan vehículo, pero sin ningún sustento oficial.
Desde el lunes, la capital del estado de Guerrero padece una crisis por la suspensión del servicio de transporte, a raíz de la violencia contra los trabajadores del volante que, tan solo ese día, dejó cuatro víctimas mortales, una de ellas calcinada, en distintos ataques contra urvans y taxis.
Ante la dificultad para trasladarse de sus hogares a escuelas y centros de trabajo, las familias de Chilpancingo se han organizado con los directivos de cada escuela para suspender labores y no enviar a sus hijos a clases, ante la indiferencia de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) que de manera oficial no adoptó ninguna medida para garantizar la seguridad e integridad física de trabajadores y estudiantes.
En el caso de los trabajadores del gobierno estatal, la dirigencia del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), que encabeza Adela Hernández Angelito, tampoco emitió un acuerdo oficial, la queja de los trabajadores es que de manera extraoficial les informan vía WhatsApp que quienes no tengan vehículo para trasladarse a las oficinas no lo hagan, y quienes tengan vehículo sigan yendo a trabajar, pese a la circulación de diversas amenazas contra la ciudadanía en general, no solo contra los transportistas.
La inconformidad crece entre trabajadores no solo por la apatía de las dirigentes del SUSPEG, porque la secretaria de la Sección VII que aglutina a burócratas del sector central, Ana Jazmín Acosta, tampoco los ha respaldado, sino porque se enteran que mientras hay trabajadores que les toca caminar largas distancias para llegar a sus centros de trabajo, otros empleados que cuentan con vehículo aprovechan la crisis y no acuden a laborar, sin que haya control sobre la situación.
Hay preocupación entre los trabajadores porque ningún dirigente sindical les garantiza que no se les descontará su salario si no van a laborar, derivado de la psicosis que se genera por la transmisión de diversas amenazas en redes sociales, y mostraron un mensaje de la dirigente Ana Jazmín Acosta solamente diciéndoles “…les comento que debido a que aun no hay transporte público, la indicación es que no se presenten quienes no tengan forma de trasladarse”, pero nada oficial, ninguna garantía de que no se verán afectados con descuentos en sus quincenas.
