Por: Gilberto Guzmán
El 27 de marzo de este año, en plena Semana Santa, México entero se conmocionó con la noticia del secuestro y la muerte de la pequeña Camila en el municipio de Taxco, Guerrero. Medios de comunicación y redes sociales se volcaron a cubrir lo que empezó como una exigencia de esclarecimiento de los condenables hechos y la aplicación de la ley contra los presuntos culpables, y terminó en el linchamiento de una mujer y dos jóvenes, madres e hijos, señalados de cometer el infanticidio.
La menor había ido a casa de una amiguita a jugar en una piscina inflable, cuando se reportó desaparición. Videos captados por la cámara de una vivienda vecina mostraron a una mujer y a un hombre subir un bulto a un taxi, y horas después el cadáver de Camila apareció a kilómetros de la zona donde se le vio con vida por última vez. Eso fue lo que derivó en que la turba de gente deseosa de venganza cometiera el linchamiento ante la inacción de agentes policiales.
Antes de la localización del cadáver, decenas de taxqueños bloquearon la carretera y permanecieron frente a la vivienda de la presunta secuestradora durante horas, exigiendo a la policía que sacara a los supuestos culpables, la mujer, identificada como Ana Rosa, y dos de sus hijos.
El pasado 21 de agosto, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, recibió en audiencia a la señora Margarita Ortega, madre de la niña Camila, con quien acordó trabajar una iniciativa de ley que permita salvaguardar la integridad física de las niñas y niños en Guerrero, conocida como Ley Camila, por los condenables hechos de Taxco.
Con esta iniciativa se busca incrementar las penas de los delitos de secuestro, feminicidio y violación, cuando se cometan en agravio de niñas y niños, y será presentada ante la 64 Legislatura que entra en funciones este 1 de septiembre.
Y para dejar un legado que honre la memoria de la menor secuestrada y asesinada, a la Ley Camila se le dará seguimiento para su aprobación en el Congreso Estatal y posteriormente presentarla a nivel Federal.
La señora Margarita Ortega agradeció a la gobernadora por su disposición y compromiso al aceptar esta propuesta con la que se busca un castigo ejemplar para los delincuentes ya que “ningún niño merece pasar por lo que pasó Camila”, según sus propias palabras.
Habrá quienes digan que la Ley Camila no le devolverá la vida a la menor cuya tragedia bautiza a esta iniciativa próxima a presentarse, pero no podemos dejar de reconocer la importancia de que se refuerce el marco legal para dotar de herramientas jurídicas que permitan sancionar todo tipo de violencia contra nuestras niñas y niños, que cada vez se enfrentan a situaciones más hostiles en una sociedad que de pronto deja mucho que desear en el respeto a los derechos humanos.
Será interesante conocer las propuestas que la titular del Ejecutivo envíe al Congreso para la creación de esta nueva ley, y de qué manera aumentarán las penas contra los agresores de menores de edad, porque si algo es seguro es que se requiere mano dura contra los violentadores.